«Consultorio Anónimo»: una actividad de educación afectivo-sexual para el final de la E.S.O., por Francisca Portero Sánchez, médica y coordinadora del Equipo de Orientación Educativa de La Rambla-La Carlota, y Jesús Rubio Jiménez, psicólogo y orientador educativo en el I.E.S. Arcelacis de Santaella.
1. Presentación.
Para aquellos que trabajamos en el ámbito de la enseñanza, el hecho de dar a conocer algunas de nuestras prácticas debería ser un hábito: además de propiciar la reflexión sobre la propia práctica, la divulgación de estas acciones supone en sí misma una de las mejores formas de auto-formación del profesorado. Lo que presentamos aquí es una acción concreta llevada a cabo en un instituto público de educación secundaria, pero a partir de ella describiremos también la forma como hemos organizado las acciones relacionadas con la promoción de la salud en nuestro centro.
Como indicamos en el título, esta propuesta se enmarca en el área de la educación afectiva y sexual. Hace ya muchos años que estos contenidos forman parte de la educación formal de una manera plenamente integrada en el currículo. Desde las primeras campañas más o menos polémicas de principios de los 90 hasta hoy han pasado un gran número de generaciones recibiendo formación sexual en las aulas. Si las actuaciones de los primeros años tendían a tomar la forma de intervenciones específicas y complementarias a la docencia, pronto se fueron desarrollando programas formativos plenamente integrados en el currículo (con respecto a los programas pioneros, alguno se sonreirá recordando la polémica campaña «póntelo/pónselo» con la que el preservativo irrumpía en el mundo de los centros educativos, o los dibujitos del «Sí da/No da» con los que aprendimos a entender y relacionarnos con el VIH). El hecho es que hoy en día podemos decir que la educación sexual tiene un espacio normalizado en la dinámica cotidiana del aula.
Para aquellos que trabajamos en el ámbito de la enseñanza, el hecho de dar a conocer algunas de nuestras prácticas debería ser un hábito: además de propiciar la reflexión sobre la propia práctica, la divulgación de estas acciones supone en sí misma una de las mejores formas de auto-formación del profesorado. Lo que presentamos aquí es una acción concreta llevada a cabo en un instituto público de educación secundaria, pero a partir de ella describiremos también la forma como hemos organizado las acciones relacionadas con la promoción de la salud en nuestro centro.
Como indicamos en el título, esta propuesta se enmarca en el área de la educación afectiva y sexual. Hace ya muchos años que estos contenidos forman parte de la educación formal de una manera plenamente integrada en el currículo. Desde las primeras campañas más o menos polémicas de principios de los 90 hasta hoy han pasado un gran número de generaciones recibiendo formación sexual en las aulas. Si las actuaciones de los primeros años tendían a tomar la forma de intervenciones específicas y complementarias a la docencia, pronto se fueron desarrollando programas formativos plenamente integrados en el currículo (con respecto a los programas pioneros, alguno se sonreirá recordando la polémica campaña «póntelo/pónselo» con la que el preservativo irrumpía en el mundo de los centros educativos, o los dibujitos del «Sí da/No da» con los que aprendimos a entender y relacionarnos con el VIH). El hecho es que hoy en día podemos decir que la educación sexual tiene un espacio normalizado en la dinámica cotidiana del aula.
Además, la educación afectivo-sexual ha ido conformándose con el tiempo en una formación para el desarrollo integral de la persona. Se adoptan perspectivas globalizadoras que por un lado integran la sexualidad como una dimensión más dentro del ser humano, y por otro tienen en cuenta el aspecto madurativo o de desarrollo. Como se indica en la guía didáctica Sexualidad y relaciones igualitarias del programa Forma Joven, «es muy importante tener en cuenta que la sexualidad de niñas, niños y adolescentes es muy diferente de la sexualidad para las personas adultas y que dependiendo de la etapa de la vida es conveniente integrar aspectos como autoestima, personalidad y habilidades emocionales, sin olvidar los cambios biológicos, psicológicos y sociales». Pero lo que presentamos aquí no es un programa completo de educación sexual, sino tan solo una acción específica enmarcada dentro de este programa.
2. El marco del «consultorio anónimo»: el programa Forma Joven.
Para poder entender el sentido de la actividad que describiremos más adelante es necesario situarla en el contexto donde se desarrolla, esto es, dentro de la planificación general del centro en relación con la formación para la salud. Las actuaciones relacionadas con la promoción y educación para la salud de un instituto de secundaria pueden encontrarse en lugares muy diversos: por ejemplo, en las programaciones didácticas de distintas asignaturas (Educación Física y Biología y Geología son dos casos muy claros), en el Plan de Orientación y Acción Tutorial (muy especialmente en lo relativo a la programación de la acción tutorial), o en las actuaciones complementarias y extraescolares. Pero en nuestro centro, como en otros muchos de su entorno, se intenta coordinar o relacionar todas esas acciones articulándolas en torno a un documento común: el programa Forma Joven en el Ámbito Educativo .
El «Forma Joven» es el programa de promoción de hábitos de vida saludable planteado por la Consejería de Educación para los centros educativos andaluces de educación secundaria; entre sus finalidades están la de promover la educación para la salud desde un enfoque global y la de hacerlo de una manera integrada en el Proyecto Educativo del Centro.
El programa incluye varias líneas de intervención, una de las cuales se denomina «Sexualidad y relaciones igualitarias». Las actuaciones de nuestro instituto dentro de esta línea son diversas e implican a varios departamentos didácticos además las tutorías. No obstante, un resumen de las actuaciones más nucleares sería el siguiente:
Para poder entender el sentido de la actividad que describiremos más adelante es necesario situarla en el contexto donde se desarrolla, esto es, dentro de la planificación general del centro en relación con la formación para la salud. Las actuaciones relacionadas con la promoción y educación para la salud de un instituto de secundaria pueden encontrarse en lugares muy diversos: por ejemplo, en las programaciones didácticas de distintas asignaturas (Educación Física y Biología y Geología son dos casos muy claros), en el Plan de Orientación y Acción Tutorial (muy especialmente en lo relativo a la programación de la acción tutorial), o en las actuaciones complementarias y extraescolares. Pero en nuestro centro, como en otros muchos de su entorno, se intenta coordinar o relacionar todas esas acciones articulándolas en torno a un documento común: el programa Forma Joven en el Ámbito Educativo .
El «Forma Joven» es el programa de promoción de hábitos de vida saludable planteado por la Consejería de Educación para los centros educativos andaluces de educación secundaria; entre sus finalidades están la de promover la educación para la salud desde un enfoque global y la de hacerlo de una manera integrada en el Proyecto Educativo del Centro.
El programa incluye varias líneas de intervención, una de las cuales se denomina «Sexualidad y relaciones igualitarias». Las actuaciones de nuestro instituto dentro de esta línea son diversas e implican a varios departamentos didácticos además las tutorías. No obstante, un resumen de las actuaciones más nucleares sería el siguiente:
a) En primer lugar, hay algunas actuaciones que son generales para todo el centro, desde 1º de ESO hasta 2º de Bachillerato. Con independencia de aquellas que van surgiendo durante el curso, las programadas desde el inicio son:
- Conmemoraciones o fechas significativas. Se trata de actividades relacionadas con días específicos y que permiten la realización de acciones globales fuera del aula (en este caso hablamos del día del SIDA, el día de la mujer trabajadora, el día contra la violencia de género, etc.). Aquí se suelen desarrollar acciones que coinciden en dos o más programas educativos (principalmente el Plan de Igualdad y el Plan Escuela-Espacio de Paz), de forma que éstos se integran y relacionan entre sí.
- Consultoría Forma Joven. Desde hace ya muchos años mantenemos una consultoría de salud para todo el alumnado del instituto. Esta consultoría es llevada a cabo por la médica del E.O.E. de zona o por personal sanitario del centro de salud (según disponibilidad), y permite a nuestros alumnos realizar consultas en el propio centro. La consultoría tiene lugar cada quince días en el departamento de orientación y la solicitud es totalmente anónima de cara al profesorado (no es necesario especificar el motivo de consulta para solicitarla). No se trata de una acción específica de formación en la sexualidad, sino de formación en salud (de hecho, muchas de las consultas están relacionadas con otros temas como alimentación, deporte, dolencias, etc.).
- Conmemoraciones o fechas significativas. Se trata de actividades relacionadas con días específicos y que permiten la realización de acciones globales fuera del aula (en este caso hablamos del día del SIDA, el día de la mujer trabajadora, el día contra la violencia de género, etc.). Aquí se suelen desarrollar acciones que coinciden en dos o más programas educativos (principalmente el Plan de Igualdad y el Plan Escuela-Espacio de Paz), de forma que éstos se integran y relacionan entre sí.
- Consultoría Forma Joven. Desde hace ya muchos años mantenemos una consultoría de salud para todo el alumnado del instituto. Esta consultoría es llevada a cabo por la médica del E.O.E. de zona o por personal sanitario del centro de salud (según disponibilidad), y permite a nuestros alumnos realizar consultas en el propio centro. La consultoría tiene lugar cada quince días en el departamento de orientación y la solicitud es totalmente anónima de cara al profesorado (no es necesario especificar el motivo de consulta para solicitarla). No se trata de una acción específica de formación en la sexualidad, sino de formación en salud (de hecho, muchas de las consultas están relacionadas con otros temas como alimentación, deporte, dolencias, etc.).
b) Además de estas actuaciones generales, en los cursos de la Educación Secundaria Obligatoria tienen lugar algunas actividades específicas:
- En 1º de ESO se desarrollan varias tutorías lectivas en relación con el desarrollo emocional (autoestima, relaciones interpersonales, auto-imagen, y algunas sesiones directamente relacionadas con la igualdad de género).
- En 2º de ESO, además de las sesiones de tutoría relacionadas con la igualdad de género, se desarrolla una acción formativa específica sobre la pubertad. Solemos hacer nuestro particular «refrito» basado el uso de materiales ya diseñados como los del programa educativo «La adolescencia y tú» , la estupenda guía «Sexualidad Humana» editada por la Junta de Andalucía en 2006, y las presentaciones de elaboración propia desarrolladas por Francisca Portero (una de las autoras de este artículo y médica del E.O.E. de zona).
- En 3º de ESO hay, además de algunas sesiones de tutoría relacionadas con la igualdad de género y con relaciones de noviazgo, una sesión específica sobre sexualidad. Se trata de apoyar los contenidos de la materia de Biología y Geología aportando una perspectiva más holística y poniendo el énfasis en la relación entre el desarrollo biológico el desarrollo de la afectividad. Por otra parte, en este curso introducimos algunos conceptos básicos relacionados con la identidad y la orientación sexual (para esta materia recomendamos la ayuda de la Fundación Triángulo, con quienes solemos contar habitualmente y que siempre es muy bien valorada por el alumnado).
- Es en 4º de ESO donde se desarrolla la actividad que describiremos con más precisión y que da título a este artículo.
- En 1º de ESO se desarrollan varias tutorías lectivas en relación con el desarrollo emocional (autoestima, relaciones interpersonales, auto-imagen, y algunas sesiones directamente relacionadas con la igualdad de género).
- En 2º de ESO, además de las sesiones de tutoría relacionadas con la igualdad de género, se desarrolla una acción formativa específica sobre la pubertad. Solemos hacer nuestro particular «refrito» basado el uso de materiales ya diseñados como los del programa educativo «La adolescencia y tú» , la estupenda guía «Sexualidad Humana» editada por la Junta de Andalucía en 2006, y las presentaciones de elaboración propia desarrolladas por Francisca Portero (una de las autoras de este artículo y médica del E.O.E. de zona).
- En 3º de ESO hay, además de algunas sesiones de tutoría relacionadas con la igualdad de género y con relaciones de noviazgo, una sesión específica sobre sexualidad. Se trata de apoyar los contenidos de la materia de Biología y Geología aportando una perspectiva más holística y poniendo el énfasis en la relación entre el desarrollo biológico el desarrollo de la afectividad. Por otra parte, en este curso introducimos algunos conceptos básicos relacionados con la identidad y la orientación sexual (para esta materia recomendamos la ayuda de la Fundación Triángulo, con quienes solemos contar habitualmente y que siempre es muy bien valorada por el alumnado).
- Es en 4º de ESO donde se desarrolla la actividad que describiremos con más precisión y que da título a este artículo.
3. Descripción de la actividad: Consultorio Anónimo (4º de E.S.O.).
Hay dos características que sitúan claramente la actividad en la dinámica del centro: primero, se trata de una actuación que adquiere sentido dentro de un programa más amplio y ambicioso de formación para la salud; segundo, es desarrollada fundamentalmente por una docente de perfil sanitario (la médica del E.O.E.). Reseñamos este último punto porque creemos que la provincia de Córdoba ha sido durante años pionera en la integración de personal sanitario en educación, y el fuerte desarrollo que existe en nuestra provincia de la formación para la salud está muy relacionada con la presencia de estos profesionales en los centros educativos.
El objetivo principal de esta actividad es doble: por un lado se trata de completar la formación desarrollada durante la etapa a lo largo de todo el programa; por otro, se intenta dar voz al alumnado para conocer de primera mano sus inquietudes en este ámbito.
El tipo de agrupamiento que realizamos es el del grupo-clase (unos 30 alumnos/as). En esta actividad evitamos unir grupos, ya que si el grupo es muy grande se pierde la cercanía con la ponente. Además, es una actividad que propicia los murmullos, risas e intervenciones espontáneas, lo que puede resultar informal y ágil para un grupo pequeño, pero da lugar a falta de fluidez en el caso de grupos grandes.
Los materiales utilizados son dos urnas opacas y cerradas con celo. Nosotros usamos unas urnas fabricadas con cajas de cartón y decoradas por los propios alumnos del centro.
En cuanto a la temporalización, primero presentamos la actividad en unos 20 minutos de una sesión de tutoría; luego necesitamos al menos una semana para recoger preguntas (aunque lo ideal son dos semanas); finalmente, dedicamos una o dos sesiones de consultorio propiamente dicho.
El desarrollo es muy sencillo y se resume en cuatro pasos:
Primer paso. En horario de tutoría, el orientador y los tutores de 4º presentan la actividad. Se dejará en clase la urna opaca y cerrada con precinto durante dos semanas; se indica que en ella se pueden introducir de manera anónima las dudas que a cada uno se le ocurran para que luego sean contestadas en una sesión grupal sobre sexualidad.
Hay dos características que sitúan claramente la actividad en la dinámica del centro: primero, se trata de una actuación que adquiere sentido dentro de un programa más amplio y ambicioso de formación para la salud; segundo, es desarrollada fundamentalmente por una docente de perfil sanitario (la médica del E.O.E.). Reseñamos este último punto porque creemos que la provincia de Córdoba ha sido durante años pionera en la integración de personal sanitario en educación, y el fuerte desarrollo que existe en nuestra provincia de la formación para la salud está muy relacionada con la presencia de estos profesionales en los centros educativos.
El objetivo principal de esta actividad es doble: por un lado se trata de completar la formación desarrollada durante la etapa a lo largo de todo el programa; por otro, se intenta dar voz al alumnado para conocer de primera mano sus inquietudes en este ámbito.
El tipo de agrupamiento que realizamos es el del grupo-clase (unos 30 alumnos/as). En esta actividad evitamos unir grupos, ya que si el grupo es muy grande se pierde la cercanía con la ponente. Además, es una actividad que propicia los murmullos, risas e intervenciones espontáneas, lo que puede resultar informal y ágil para un grupo pequeño, pero da lugar a falta de fluidez en el caso de grupos grandes.
Los materiales utilizados son dos urnas opacas y cerradas con celo. Nosotros usamos unas urnas fabricadas con cajas de cartón y decoradas por los propios alumnos del centro.
En cuanto a la temporalización, primero presentamos la actividad en unos 20 minutos de una sesión de tutoría; luego necesitamos al menos una semana para recoger preguntas (aunque lo ideal son dos semanas); finalmente, dedicamos una o dos sesiones de consultorio propiamente dicho.
El desarrollo es muy sencillo y se resume en cuatro pasos:
Primer paso. En horario de tutoría, el orientador y los tutores de 4º presentan la actividad. Se dejará en clase la urna opaca y cerrada con precinto durante dos semanas; se indica que en ella se pueden introducir de manera anónima las dudas que a cada uno se le ocurran para que luego sean contestadas en una sesión grupal sobre sexualidad.
Segundo paso. Esperar el tiempo estipulado y dejar que la urna se vaya llenando. De vez en cuando podemos recordárselo al alumnado.
Tercer paso. Una vez ha pasado el tiempo acordado, se realiza el «consultorio» en una sesión de tutoría (en realidad, la participación del alumnado y la buena acogida de la actividad hace que en los últimos cursos estemos dedicando dos horas al consultorio). Abrimos el precinto de las urnas y se sacan los papeles con las dudas que son colocados sobre la mesa. A partir de ahí, la sesión transcurre leyendo preguntas y tratando de contestar a todas ellas. Aunque hay algunos aspectos que llevamos fijados y deben aparecer (la sexualidad y su relación con lo afectivo, la importancia del respeto, etc.), el contenido y el clima de la actividad viene marcado por las preguntas y el tono propio de un consultorio público.
Cuarto paso. Una vez concluida la actividad con el alumnado, el equipo forma joven analiza las preguntas anotando las más repetidas para así diseñar la formación de los próximos cursos y revisar la actividad formativa de 3º de ESO. De esta forma tratamos de conocer la perspectiva del alumnado respecto a la sexualidad, muy especialmente en relación con aquellos aspectos que les cuesta expresar en público. Al tratarse de preguntas anónimas, la visión que nos ofrece este análisis es más interesante que lo que podemos extraer de las tradicionales preguntas a mano alzada.
Tercer paso. Una vez ha pasado el tiempo acordado, se realiza el «consultorio» en una sesión de tutoría (en realidad, la participación del alumnado y la buena acogida de la actividad hace que en los últimos cursos estemos dedicando dos horas al consultorio). Abrimos el precinto de las urnas y se sacan los papeles con las dudas que son colocados sobre la mesa. A partir de ahí, la sesión transcurre leyendo preguntas y tratando de contestar a todas ellas. Aunque hay algunos aspectos que llevamos fijados y deben aparecer (la sexualidad y su relación con lo afectivo, la importancia del respeto, etc.), el contenido y el clima de la actividad viene marcado por las preguntas y el tono propio de un consultorio público.
Cuarto paso. Una vez concluida la actividad con el alumnado, el equipo forma joven analiza las preguntas anotando las más repetidas para así diseñar la formación de los próximos cursos y revisar la actividad formativa de 3º de ESO. De esta forma tratamos de conocer la perspectiva del alumnado respecto a la sexualidad, muy especialmente en relación con aquellos aspectos que les cuesta expresar en público. Al tratarse de preguntas anónimas, la visión que nos ofrece este análisis es más interesante que lo que podemos extraer de las tradicionales preguntas a mano alzada.
4. Algunas conclusiones finales.
Tras la experiencia de varios años realizando esta actividad llegamos a algunas conclusiones. En primer lugar, la importancia de seguir ahondando en la formación afectivo-sexual durante toda la etapa. Pero además, es necesario ir modificando algunos aspectos de nuestras acciones formativas para adaptarlas a los continuos cambios sociales. Por ejemplo, el análisis de las preguntas nos indica cierto déficit en aprendizaje emocional y una sobre-exposición a modelos de sexualidad deshumanizados que nos hacen pensar en la facilidad de acceso a contenidos pornográficos desde las tecnologías habitualmente utilizadas los adolescentes. En un reciente artículo del New York Times (What teenagers are learning from online porn, del 7/02/2018), la periodista Maggie Jones escribe: «Los adolescentes estadounidenses ven mucho más porno de lo que sus padres creen, y la pornografía está conformando sus ideas acerca del placer, el poder y la intimidad». Como explica la experta Emily Rothman, muchos adolescentes indican que la pornografía es su primera fuente de información en relación al sexo (por delante de amigos, hermanos, padres y educadores). El riesgo de usar el «porno on-line» como si se tratase de una guía de sexualidad puede ser alto, pues el joven en formación está intentando aprender la realidad a partir de unos modelos que no han sido producidos en absoluto para ese fin. Los jóvenes pueden no tener claro lo que es real y lo que es falso en la pornografía, no captar las deformaciones y exageraciones que le son propias. Pero sobre todo, se trata de un modelo en el que la sexualidad aparece desgajada de la vida y de las relaciones, donde hay un encuentro entre cuerpos-objeto y no un encuentro entre personas. De ahí el reto de volver a poner el énfasis en el desarrollo emocional y en las relaciones personales, lograr transmitir que «la sexualidad forma parte del ser humano y es inherente al construirse como persona. Es una dimensión de la vida que se experimenta no solo con prácticas sexuales sino con pensamientos y sentimientos» (Guía Didáctica Sexualidad y Relaciones Igualitarias. Forma Joven).
Tras la experiencia de varios años realizando esta actividad llegamos a algunas conclusiones. En primer lugar, la importancia de seguir ahondando en la formación afectivo-sexual durante toda la etapa. Pero además, es necesario ir modificando algunos aspectos de nuestras acciones formativas para adaptarlas a los continuos cambios sociales. Por ejemplo, el análisis de las preguntas nos indica cierto déficit en aprendizaje emocional y una sobre-exposición a modelos de sexualidad deshumanizados que nos hacen pensar en la facilidad de acceso a contenidos pornográficos desde las tecnologías habitualmente utilizadas los adolescentes. En un reciente artículo del New York Times (What teenagers are learning from online porn, del 7/02/2018), la periodista Maggie Jones escribe: «Los adolescentes estadounidenses ven mucho más porno de lo que sus padres creen, y la pornografía está conformando sus ideas acerca del placer, el poder y la intimidad». Como explica la experta Emily Rothman, muchos adolescentes indican que la pornografía es su primera fuente de información en relación al sexo (por delante de amigos, hermanos, padres y educadores). El riesgo de usar el «porno on-line» como si se tratase de una guía de sexualidad puede ser alto, pues el joven en formación está intentando aprender la realidad a partir de unos modelos que no han sido producidos en absoluto para ese fin. Los jóvenes pueden no tener claro lo que es real y lo que es falso en la pornografía, no captar las deformaciones y exageraciones que le son propias. Pero sobre todo, se trata de un modelo en el que la sexualidad aparece desgajada de la vida y de las relaciones, donde hay un encuentro entre cuerpos-objeto y no un encuentro entre personas. De ahí el reto de volver a poner el énfasis en el desarrollo emocional y en las relaciones personales, lograr transmitir que «la sexualidad forma parte del ser humano y es inherente al construirse como persona. Es una dimensión de la vida que se experimenta no solo con prácticas sexuales sino con pensamientos y sentimientos» (Guía Didáctica Sexualidad y Relaciones Igualitarias. Forma Joven).