Bilingüízate es una sección en la que nos acercamos, a través de un cuestionario, a profesores, profesoras, padres y madres de alumnos de centros educativos bilingües o que se plantean serlo para que nos cuenten sus experiencias y opiniones sobre este Plan de Plurilingüismo.
En esta ocasión, nuestra protagonista es Sara González Castro, profesora de Geografía e Historia en el IES Sierra de Aras de Lucena.
En esta ocasión, nuestra protagonista es Sara González Castro, profesora de Geografía e Historia en el IES Sierra de Aras de Lucena.
1. ¿Desde cuándo es bilingüe el IES Sierra de Aras? ¿Qué gestiones se se han realizado para ello?
El IES Sierra de Aras es bilingüe desde el curso 2016/17 y estamos en el segundo año de desarrollo del plan bilingüe, con lo que aún nos queda un arduo camino que recorrer hasta implantarlo en todos los niveles de ESO.
La inclusión en el Plan de Plurilingüismo vino tras solicitarlo el Claustro y el Consejo Escolar los años anteriores y ser el único instituto de Lucena que no era bilingüe, siéndolo además los colegios adscritos.
La inclusión en el Plan de Plurilingüismo vino tras solicitarlo el Claustro y el Consejo Escolar los años anteriores y ser el único instituto de Lucena que no era bilingüe, siéndolo además los colegios adscritos.
2. ¿Qué nivel de idioma tienes? ¿Te estás formando en alguna academia o Escuela Oficial de Idiomas?
Tengo el título de Nivel Avanzado de la Escuela Oficial de Idiomas y el First Certificate de Cambridge. Ambos corresponden al nivel B2 dentro del Marco Común Europeo para las lenguas.
En la actualidad no me estoy formando en idiomas porque tal cual está planteado el sistema considero que no es necesario para impartir la materia en bilingüe. Además, obtener el siguiente título (C1) me resultaría complicado puesto que requeriría de un esfuerzo y un tiempo del que, trabajando, carezco.
En la actualidad no me estoy formando en idiomas porque tal cual está planteado el sistema considero que no es necesario para impartir la materia en bilingüe. Además, obtener el siguiente título (C1) me resultaría complicado puesto que requeriría de un esfuerzo y un tiempo del que, trabajando, carezco.
3. ¿Estás de acuerdo con la existencia de centros bilingües, crees que sirven para algo, notas efectos sobre el alumnado? ¿Crees que todos los grupos deben ser bilingües o sólo algunos? ¿Hay asignaturas más proclives a ser bilingües? ¿Debería modificarse la implantación o el funcionamiento del Plan de Plurilingüismo, en qué manera y cuál debería ser la organización futura?
Creo que el bilingüismo es importante. Nuestros alumnos/as deben de ser competentes en, al menos, dos lenguas para enfrentarse a su futuro profesional y personal con más éxito. Pero no creo que esto deba hacerse a costa de asignaturas como Geografía e Historia. Si se quiere aprender inglés se deberían aumentar las horas de esta materia en concreto, puesto que en Geografía e Historia los contenidos específicos que se deben dar no tienen nada que ver con la vida real.
El hecho de aprender palabras como cuneiforme, jeroglífico o bifaz, por ejemplo, no les servirá para sacarse un certificado de inglés en un futuro ni para desenvolverse en el día a día. Es un vocabulario que amplía los conocimientos y el nivel cultural en la lengua nativa, pero no en una segunda lengua.
Mi experiencia en centros públicos bilingües ha sido en institutos donde se separaba los grupos en bilingües y no bilingües. Si bien aquel sistema ya de por sí daba la sensación de que era imperfecto por muchos motivos, considero que es mucho más útil y práctico que obligar a todo el alumnado a estudiar en bilingüe. Muchos niños carecen no sólo del nivel, sino de la motivación y, a veces, de la capacidad para aprender contenidos específicos en una lengua que no es la suya. Eso requiere un esfuerzo que no todos los alumnos/as están dispuestos y/o capacitados para realizar.
Cuando tenía grupos separados había niños/as en los cuales sí se notaba cierta mejoría en la lengua inglesa. Pero eran chicos/as motivados y capacitados para ello. Se les podía exigir y sus familias daban mucho apoyo al sistema. Si un niño no seguía la materia se le invitaba a que dejara el programa bilingüe. No obstante, podía seguir en el mismo, pero siendo consciente de que le iba a costar un mayor esfuerzo.
El hecho de aprender palabras como cuneiforme, jeroglífico o bifaz, por ejemplo, no les servirá para sacarse un certificado de inglés en un futuro ni para desenvolverse en el día a día. Es un vocabulario que amplía los conocimientos y el nivel cultural en la lengua nativa, pero no en una segunda lengua.
Mi experiencia en centros públicos bilingües ha sido en institutos donde se separaba los grupos en bilingües y no bilingües. Si bien aquel sistema ya de por sí daba la sensación de que era imperfecto por muchos motivos, considero que es mucho más útil y práctico que obligar a todo el alumnado a estudiar en bilingüe. Muchos niños carecen no sólo del nivel, sino de la motivación y, a veces, de la capacidad para aprender contenidos específicos en una lengua que no es la suya. Eso requiere un esfuerzo que no todos los alumnos/as están dispuestos y/o capacitados para realizar.
Cuando tenía grupos separados había niños/as en los cuales sí se notaba cierta mejoría en la lengua inglesa. Pero eran chicos/as motivados y capacitados para ello. Se les podía exigir y sus familias daban mucho apoyo al sistema. Si un niño no seguía la materia se le invitaba a que dejara el programa bilingüe. No obstante, podía seguir en el mismo, pero siendo consciente de que le iba a costar un mayor esfuerzo.
4. ¿Crees que la formación del profesorado es correcta, cómo puede mejorarse, deberían traerse docentes extranjeros, la preparación de las clases es la adecuada, qué le añadirías?
Desconozco el funcionamiento sobre la formación del profesorado en Andalucía puesto que es el primer año que lo imparto y tan sólo llevo tres meses en este centro.
En su momento yo tuve que poner todos los medios económicos por cuenta propia para mi formación y perfeccionamiento de la lengua: asistencia a clases, estancias en el extranjero en verano y tasa de exámenes.
El apoyo de docentes extranjeros sería bueno si estos fueran especialistas en la materia que se pretende dar en otro idioma. El hecho de hablar inglés no capacita a los auxiliares de conversación a dominar contenidos ni metodología de asignaturas muy específicas. Creo que es lo mismo que si yo, por muy bien que hable el español, tuviera que ir a Estados Unidos a dar clases de Biología, para lo cual no me siento capacitada.
La preparación de las clases es totalmente autodidacta, intercambio de experiencias con otros docentes, investigar por internet, etc.
He asistido a dos cursos. Uno por mi cuenta, cuando empecé a impartir el bilingüe en Castilla y León. Lo daba una señora que se había dedicado al tema. No tengo certificado porque era una formación extraoficial. Lo hice por propio interés personal para aprender estrategias, puesto que me sentía perdida sobre la metodología CLIL. Fue mi propia motivación personal la que me llevó a ir a ese curso los sábados a 40 km de donde residía. Me fue útil.
En el verano del 2014, la Junta de Castilla y León ofertó unas clases de 15 días, del 1 al 15 de julio, para profesores bilingües. La experiencia fue decepcionante. Nos mezclaron a maestros con profesores de Secundaria. La persona que impartía el curso era maestra, por lo cual, el nivel de aprovechamiento fue menor de lo esperado. Está claro que impartir clases en Primaria dista mucho de darlas en Secundaria. Pude aprovechar algo para 1º ESO, pero poca cosa. Esto me desmotivó para seguir formándome en el tiempo que le corresponde a mis vacaciones.
En su momento yo tuve que poner todos los medios económicos por cuenta propia para mi formación y perfeccionamiento de la lengua: asistencia a clases, estancias en el extranjero en verano y tasa de exámenes.
El apoyo de docentes extranjeros sería bueno si estos fueran especialistas en la materia que se pretende dar en otro idioma. El hecho de hablar inglés no capacita a los auxiliares de conversación a dominar contenidos ni metodología de asignaturas muy específicas. Creo que es lo mismo que si yo, por muy bien que hable el español, tuviera que ir a Estados Unidos a dar clases de Biología, para lo cual no me siento capacitada.
La preparación de las clases es totalmente autodidacta, intercambio de experiencias con otros docentes, investigar por internet, etc.
He asistido a dos cursos. Uno por mi cuenta, cuando empecé a impartir el bilingüe en Castilla y León. Lo daba una señora que se había dedicado al tema. No tengo certificado porque era una formación extraoficial. Lo hice por propio interés personal para aprender estrategias, puesto que me sentía perdida sobre la metodología CLIL. Fue mi propia motivación personal la que me llevó a ir a ese curso los sábados a 40 km de donde residía. Me fue útil.
En el verano del 2014, la Junta de Castilla y León ofertó unas clases de 15 días, del 1 al 15 de julio, para profesores bilingües. La experiencia fue decepcionante. Nos mezclaron a maestros con profesores de Secundaria. La persona que impartía el curso era maestra, por lo cual, el nivel de aprovechamiento fue menor de lo esperado. Está claro que impartir clases en Primaria dista mucho de darlas en Secundaria. Pude aprovechar algo para 1º ESO, pero poca cosa. Esto me desmotivó para seguir formándome en el tiempo que le corresponde a mis vacaciones.
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