miércoles, 18 de mayo de 2016

Atendiendo alumn@s, por Francisco García Gascó

Atendiendo alumn@s es una sección en la que nos acercamos, a través de un cuestionario, a profesores y profesoras que nos cuenten sus experiencias y opiniones sobre la atención a la diversidad del alumnado en el aula.
En esta ocasión, nuestro protagonista es Francisco José García Gascó, Profesor de Geografía e Historia en el IES Sierra de Aras de Lucena.
1. ¿Qué consideras fundamental para atender a todo el alumnado y con ello dar respuesta a las necesidades que requiere?
Hay varias cuestiones que considero primordiales (partiendo de una respuesta idealizada):
a) DESDE EL LADO DOCENTE: cambio absoluto en la formación universitaria de la persona que pretenda acceder a la función docente. Igualmente, es necesario un cambio en el proceso selectivo para los Profesores de Secundaria (oposiciones). Creo también que, una vez dentro del sistema, es necesario un control mucho más exhaustivo sobre nuestro trabajo, trabajo cooperativo entre los distintos Departamentos, entrada de más de un docente a los grupos…en fin, UNA REVOLUCIÓN. 
b) DESDE LA ADMINISTRACIÓN: reducción inmediata de las ratios (nunca más de 20 alumnos por aula) y reforma radical de los espacios (mejorar el mobiliario, el aspecto en general de nuestros Centros).
2. ¿Cómo distribuyes el tiempo, las funciones del alumnado y su ubicación en el aula para facilitar el dinamismo de la clase?
a) DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO: mi asignatura, durante toda la ESO, tiene TRES SESIONES semanales. Suelo cargar de más contenido conceptual las clases de principio de semana y/o de las últimas horas de clase (creo que es fundamental valorar el estado del alumnado a la hora de explicar). Mis clases suelen estar divididas en una parte de presentación de lo que vamos a trabajar, alguna actividad que enmarque lo que vamos a hacer, debate sobre alguna cuestión, material audiovisual y explicación por mi parte (si fuera necesario).
b) FUNCIONES DEL ALUMNADO: más que funciones creo que en el aula hay roles, que deben ser potenciados, si son positivos para el grupo, o cambiados si crean, personal o generalmente, situaciones y emociones negativas.
c) UBICACIÓN EN EL AULA: procuro crear “cercanías” entre alumnos que se complementan. La ubicación es muy importante pero para mí lo primordial es la FLEXIBILIDAD y la adecuación a cada realidad grupal.
3. ¿Qué factores son los que más afectan a la atención e implicación del alumnado? (número de alumnos, heterogeneidad, horas semanales de la materia, exigencias de cumplimiento de la programación…)
a) POSITIVOS: sin duda, la conexión establecida con el/la docente, el ambiente grupal que crea.
b) NEGATIVOS: sin duda también (y olvidando la no conexión con el docente), el número de alumnos. Para mí, el cumplimiento de la Programación (salvo 2º BTO) no puede ser una esclavitud, la heterogeneidad es salvable, salvo en casos extremos y las horas semanales, en mi caso, son adecuadas.
4. ¿Cómo actúas ante el alumnado con comportamientos disruptivos? ¿Qué soluciones son las que mejor resultado te han dado?
a) ACTUACIÓN ALUMNADO DISRUPTIVO: creo que es fundamental la conexión humana con el/la alumn@. Que sepan que te preocupas por ell@s. Una vez logrado esto, facilita mucho el trabajo el que no haya 30 o más alumnos. Procuro dejarle muy claro cuáles son los límites conmigo en el aula pero también quiero que sepa que para mí es importante que él/ella esté en mi clase. Que voy a dar todo de mí para que entienda que mis seis horas pueden ser un espacio agradable para él/ella.
En este marco es cuando le hago saber que hay que trabajar y entusiasmarse. Creo que el alumnado disruptivo no es recuperable si no siente que mi clase merece la pena.
b) SOLUCIONES: hablar con el alumnado, darle responsabilidades, obligarle a muy pocas cosas y sin que sienta que es una obligación.
5. ¿Qué recursos de los que usas se adaptan mejor a tu alumnado? (TIC, materiales elaborados por ti, musicales, literarios, audiovisuales, yincana, teatro, actividades fuera del centro…)
Soy un entusiasta de tres cosas:
a) El debate como recurso de mejora (el hablar en público para defender sus ideas es un recurso maravilloso y todavía infrautilizado en la Escuela Pública). En estos debates me gusta potenciar la adquisición de vocabulario. 
b) Materiales elaborados por mí y otros buscados en los que prime lo audiovisual.
c) La música y el cine como hecho motivador en mi asignatura.
6. ¿Cómo consideras el intercambio de información, de experiencias, materiales y recursos, y el trabajo en equipo para la mejora de tu práctica docente?
Es fundamental. Lo haría incluso obligatorio. Creo que es un mal endémico de nuestro trabajo el rechazo que genera trabajar en grupo, aceptar que no lo sabemos todo; esa estúpida idea de que nadie debe ayudarnos, enseñarnos, complementarnos.
7. ¿Evalúas a todo el alumnado por igual? ¿Incluyes la evaluación de las estrategias puestas en marcha para su posterior mejora? ¿Cómo lo haces?
a) No tiene sentido evaluar a todos por igual. Sería como decirle a un accidentado en silla de ruedas que sus tres primeros pasos sin muletas no valen de nada porque hay dos chicos más allá que corren que se las pelan.
Es fundamental saber el punto de partida de cada alumno, sus circunstancias personales. Y es que esto no tiene nada que ver con un principio de justicia y ecuanimidad que todo docente debe tener.
b) Evaluación de estrategias: lo hago, pero reconozco que no encuentro a día de hoy criterios que me hagan sentirme seguro. El que más lo hace es la opinión de mis propios alumnos.
8. ¿Qué experiencias de las que has planteado han sido más exitosas para la consecución de los objetivos? ¿Destacarías alguna experiencia por su carácter innovador?
Son ya 15 años como docente y creo que he hecho cosas que me han reportado satisfacciones personales. Destacaría:
a) Preparación de grupos de alumnos para varios concursos de Debate (provinciales y autonómicos).
b) Preparación del Concurso Nacional de Cultura Clásica. En ambos casos dos equipos de alumnos ganaron este premio. La experiencia de preparación fue muy gratificante. Y el disfrute del premio, un viaje a Italia para los siete, fue maravilloso.
c) Realización de dos cortos.
d) Performance sobre mitología clásica.
e) Gymkana histórica en el IES Clara Campoamor.
f) Performance sobre una elecciones democráticas.
g) Concurso de Geografía e Historia (durante tres cursos en el Clara Campoamor)
h) La utilización de la actividad extraescolar como recurso docente para variar la dinámica docente.
i) Taller de fotografía.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Taller de sueños en acción, por Miguel Ángel Herencia Cabezas

Taller de sueños en acción, por Miguel Ángel Herencia Cabezas, profesor de Inglés y formador ocupacional.

El Taller de Sueños en Acción es una experiencia educativa dirigida a compartir una metodología de gestión de proyectos innovadores y sostenibles que contemplan el crecimiento personal, el trabajo en equipo y el respeto a la naturaleza. En él se emplean métodos de la pedagogía activa desarrollada en la Escuela Pestalozzi por los maestros Rebeca y Mauricio Wild, herramientas para el desarrollo de la inteligencia emocional como las propuestas por el psicólogo Claudio Naranjo, y las técnicas de facilitación de grupos y gestión de proyectos desarrolladas por el consultor internacional John Croft.
Aunque las 20 horas que dura se pueden condensar en un taller intensivo de fin de semana, el que ha tenido lugar en la Casa de la Juventud de Montilla del 1 al 17 de marzo se ha programado en seis sesiones presenciales de 3 horas cada una, y una actividad de 2 horas de trabajo personal. Así hemos tenido más tiempo para asimilar día a día los aprendizajes que han ido teniendo lugar a lo largo del curso.
El objetivo de la primera sesión era emitir un diagnóstico real de nuestra situación personal, en público y de manera consciente de cómo hemos llegado hasta aquí, qué tenemos entre manos y qué hemos soltado en ese proceso. Ha sido una tarea fácil puesto que todos los asistentes tienen un alto nivel de reflexión y autoconocimiento, y el ambiente creado invita a sincerarse, empatizar y aceptarse. Es una situación en la que ya se han visto antes quienes han ido a una entrevista de trabajo y tienen ciertos conocimientos sobre inteligencia emocional.
La segunda sesión trató sobre la primera de las cuatro fases en las que el consultor John Croft divide la metodología de gestión de proyectos Dragon Dreaming. En un aula amplia y acondicionada para estimular las inteligencias múltiples y siguiendo ciertas pautas de la pedagogía activa, los participantes se entregaron a la creación libre inspirada en y a partir de los objetos situados estratégicamente en el interior de la habitación. El objetivo de esta sesión era descubrir un talento personal, crear algo propio y compartirlo con el grupo. Algunas personas conectaron con habilidades y actitudes propias, tanto activas como olvidadas. Otras descubrieron las debilidades que les hacen sentir determinadas emociones y cómo convertirlas en fortalezas. De una manera u otra, todas lograron diferenciar ciertos aspectos de su personalidad que les definen de otros con los que, a pesar de haberlos aprendido a lo largo de su vida, no se identifican.
Al inicio de la tercera sesión compartimos las necesidades que observamos a nuestro alrededor, y que habíamos sondeado previamente entre personas de nuestro entorno, en un primer intento de hacer coincidir una habilidad personal con una necesidad colectiva, un requisito básico para el nacimiento de cualquier proyecto. El objetivo, sin embargo, más ambicioso aún, era compartir los sueños que nacen de las habilidades que nos definen individualmente y construir sobre ellos uno colectivo que marcara el primer objetivo de un proyecto grupal. Para ello, presentamos el concepto de comunicación carismática, que conjuga quietud mental y empatía, del que hemos hecho uso para exponer uno a uno y escuchar todos los sueños de todas las personas participantes. Lo conseguimos en buena parte, aunque la sesión terminara sin haberse definido el sueño común que satisficiera todas las necesidades individuales.
La cuarta sesión se dedicó a la confección del mapa mental del proyecto, fruto de la planificación del sueño. El objetivo era percibir el flujo de la inteligencia colectiva y confeccionar en grupo la agenda con los pasos que se habrán de dar hasta la finalización de un proyecto, y el reparto de tareas entre todas las personas integrantes. En esta fase, el nivel de introspección personal disminuye, y se introduce un método de trabajo más mecánico, que facilita la transición de la teoría a la práctica, y ayuda a cumplir satisfactoriamente el objetivo.
En la quinta sesión, reservada para la fase de la acción, se hizo patente la puesta en marcha del proyecto que se había estado gestando en las sesiones anteriores. La práctica le ganó la partida a la teoría, y el objetivo de aprender a mantener el compromiso, aplicando la inteligencia emocional, y superando conflictos de forma creativa y cooperativa, era ya una realidad que no necesitaba de más explicaciones. Se dedicó el tiempo a poner en marcha el proyecto que había nacido, gestionar recursos materiales y humanos, vías de financiación, y tiempo de realización de cada tarea.
La sexta y última sesión del Taller de Sueños en Acción estaba programada para tratar la fase de celebración o evaluación de un proyecto. El objetivo de ese día era ser capaces de enumerar los cambios que percibimos en nosotros mismos y en el entorno al finalizar el proceso, cosa que demostramos al repasar lo aprendido y al reconocer los motivos que tiene cada persona para trabajar en este nuevo proyecto que ha nacido.
Se inscribieron doce personas en un plazo de cinco días. A la primera sesión del taller acudieron nueve, a la segunda y tercera asistieron ocho, y lo han completado finalmente siete personas.
Hay que destacar el hecho de que haya surgido un proyecto real, algo que no estaba previsto en el programa, diseñado por todas las personas participantes, fruto de un sueño común, que respeta la naturaleza, se basa en el trabajo en equipo y contribuye al crecimiento personal. Las mismas personas que han realizado el taller, miembros a su vez de diversas asociaciones y colectivos montillanos, han puesto en marcha una idea que conjuga teatro, artesanía, educación y ecología.
En general, considero que el taller ha sido útil para trabajar en grupo las fases de todo proyecto que suelen hacerse en solitario, o no hacerse, como la selección consciente de la idea, la planificación pormenorizada y la autoevaluación. Y aunque la maestría se alcanza con la práctica, creo que las semanas que hemos dedicado a conocer esta metodología han servido para abrir puertas necesarias que, si las personas participantes lo desean, no volverán a cerrarse.