miércoles, 31 de enero de 2018

Bilingüízate, con Ana Luque Pérez

Bilingüízate es una sección en la que nos acercamos, a través de un cuestionario, a profesores, profesoras, padres y madres de alumnos de centros educativos bilingües o que se plantean serlo para que nos cuenten sus experiencias y opiniones sobre este Plan de Plurilingüismo.
En esta ocasión, nuestra protagonista es Ana Luque Pérez, Maestra de Primaria en las áreas de Matemáticas, Ciencias y Plástica y coordinadora bilingüe del CEIP Gran Capitán de Montilla.

1. ¿Desde cuándo es bilingüe el CEIP Gran Capitán? ¿Qué gestiones se se han realizado para ello?
El CEIP Gran Capitán es bilingüe desde el curso 2013/14. El principal problema en el centro es que prácticamente desde el principio de la implantación del bilingüismo no hemos tenido personal definitivo que pueda asegurar una continuidad del programa. Con lo que sí contamos es con un claustro implicado y motivado, que no deja de formarse y que cree en la importancia de crear una escuela abierta a Europa y a los nuevas situaciones sociales.
En esta línea, el programa bilingüe planteó, hace un par de cursos, la posibilidad de participar en proyectos europeos y con ganas e ilusión nos embarcamos en nuestro primer proyecto Erasmus + “Tendiendo Puentes”. En este momento vamos camino del tercero, pasando no sólo por cursos de formación, sino también por job shadowing y, en la actualidad, por asociaciones estratégicas con otros centros europeos.
2. ¿Qué nivel de idioma tienes? ¿Te estás formando en alguna academia o Escuela Oficial de Idiomas?
Hace ya algunos años inicié mi formación en idiomas en la EOI de Lucena; allí conseguí el certificado B1. Tras un año de parón y ante la situación profesional en la que me encontraba, puesto que en el centro se suprimieron algunas líneas de infantil, quedando mi plaza suprimida, me planteo continuar la formación y preparo la titulación del B2 .
Tras la realización de algunos cursos en España y en el extranjero para mejorar la competencia lingüística, y ante la necesidad de comunicarme continuamente con diferentes contactos de distintos paises, decido aprovechar la oportunidad que se nos ofrece a los docentes bilingües para continuar nuestra formación en las Escuelas Oficiales de Idiomas y así obtener el nivel competencial de C1 en la lengua inglesa.
Esto no termina aquí, digamos que no ha hecho más que empezar. La formación continua debe ser un referente en todos los docentes, aunque no sólo debemos poner miras en la formación formal o reglada, sino que hay multitud de oportunidades de aprendizaje que debemos aprovechar, como entablar conversaciones con los/as auxiliares nativos, viajar, ver televisión en inglés, leer…

3. ¿Estás de acuerdo con la existencia de centros bilingües, crees que sirven para algo, notas efectos sobre el alumnado? ¿Crees que todos los grupos deben ser bilingües o sólo algunos? ¿Hay asignaturas más proclives a ser bilingües? ¿Debería modificarse la implantación o el funcionamiento del Plan de Plurilingüismo, en qué manera y cuál debería ser la organización futura?
Estoy convencida de los efectos positivos del bilingüismo en la competencia lingüística del alumnado, en la medida en que cuanto mayor es la exposición al idioma mejor será el rendimiento.
En otra línea, los alumnos/as están aprendiendo inglés de manera inconsciente, con la motivación que las áreas de Ciencias les aportan. En nuestro centro tenemos bilingües las áreas de Ciencias y en ocasiones Plástica, pero he tenido oportunidad de compartir experiencias con otros docentes que imparten otras áreas y tienen la misma visión. La cuestión radica en la manera de transmitir los contenidos y no en el contenido, aunque lógicamente el currículo establecido debe ser un referente en todo momento.
Es verdad que no es una tarea fácil y que supone un trabajo extra para los docentes bilingües, que debemos adaptar los contenidos de las áreas de Ciencias al nivel de inglés de nuestros alumnos e inventar continuamente tareas apropiadas para una metodología CLIL. Destaco, en esta línea, la importante labor de los/las auxiliares de conversación, que aunque la mayoría de ellos/as no son profesionales de la educación, pueden con una buena orientación y trabajo en equipo suponer un excelente apoyo para el desarrollo de las clases.
Supongo que deben pasar algunos años más para poder seguir haciendo estudios que acaben convenciendo a muchos docentes desmotivados y frustrados con el bilingüismo. En definitiva, y tras el análisis que puedo hacer desde mi experiencia, me quedo con la satisfacción de que mis alumnos hablan más y mejor inglés, están más relajados y trabajan con más confianza.

4. ¿Crees que la formación del profesorado es correcta, cómo puede mejorarse, deberían traerse docentes extranjeros, la preparación de las clases es la adecuada, qué le añadirías?
Sin duda, la formación del profesorado es la clave para continuar avanzando en el bilingüismo. No sólo es necesaria la actualización lingüística, sino también la formación en la metodología CLIL, porque una clase bilingüe es mucho más que una relación de vocabulario sobre animales o comidas.
Es cierto que hay un gran número de docentes con una muy buena formación, gente activa que continuamente sale de la línea de confort y decide embarcarse en nuevos retos para mejorar y adaptarse a los nuevos tiempos, pero lamentablemte todos conocemos, quizás a demasiados, maestros/as que consiguieron una titulación de B2 en apenas tres meses, con la única finalidad de acercar su destino. Este grupo de docentes, normalmente de paso por los centros, no tiene ni motivación bilingüe, ni formación lingüística, ni ilusión de implicarse en proyectos.
¿Deberían los equipos directivos o las administrativas educativas hacer análisis o críticas constructivas que llevaran a los docentes a la reflexión de su práctica docente? ¿Se debería “invitar” a estos docentes a sumarse a programas de formación? ¿Se deberían realizar registros de los impactos y cambios que determinados docentes están llevando en sus aulas para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje? ¿Debería la administración, quizá, premiar el esfuerzo de esos docentes en continuo cambio y lucha por mejorar?
En otra línea, es muy importante la implicación de todo el claustro para organizar tareas integradas a nivel de centro y compartir experiencias con toda la comunidad educativa.
Las autoridades educativas también tienen un papel decisivo en el futuro del bilingüismo. Por un lado, no cabe duda que una superior dotación económica para los centros bilingües permitiría ampliar los recursos de los que disponemos.
Por otro lado, se echa de menos la liberación de alguna hora para la preparación y organización de las clases; esto supondría una importante motivación para el profesorado, que la mayoría de las veces se siente desbordado de trabajo y con pocas recompensas.

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