Dando pasitos hacia la igualdad, por Inma Ruiz Arana, maestra de Pedagogía Terapéutica en el IES Cumbres Altas de Nueva Carteya.
Metidos de lleno en el mes de mayo escolar, el curso se va acabando y en él se acumulan los exámenes, las reuniones y burocracias correspondientes. Me pidieron que recopilase fotos para la revista de este curso en el I.E.S Cumbres Altas de Nueva Carteya, imágenes sobre las actuaciones del Plan de Igualdad en nuestro instituto en este curso 2017/18. Pero he querido dar un paso más allá escribiendo este artículo.
Cuando apareces por un instituto pequeño y vienes para quedarte un tiempo indeterminado, te acaban tocando coordinaciones, planes y proyectos de obligado cumplimiento en nuestros I.E.S, responsabilidades varias para que el centro funcione, y hay que repartirse el trabajo de manera cooperativa.
En mis inicios no sabía mucho sobre coeducación, había participado en dichas actividades en mis anteriores destinos, celebraciones muy puntuales en torno al 25 de noviembre y 8 de marzo. Pero mis conocimientos sobre igualdad eran los lógicos que toda persona conoce por cultura general. Me cuestioné: ¿qué era la igualdad?, ¿cómo abordarla?, ¿qué lenguaje oral y escrito era el más apropiado?, ¿qué hacer?, ¿dónde o cómo formarme?, ¿qué entidades podían ayudarnos con los costes del material o los talleres?...
Todas estas preguntas perseguían un objetivo claro, trabajar la coeducación desde un punto de vista practico y dinámico, no ceñirnos sólo al material de las tutorías, “cuatro vídeos y varias charlas en las que los alumnos estuviesen de cuerpo presente y mente ausente, porque no llegásemos conectar con sus intereses”.
Aunque los pasos son pequeños y casi invisibles en el tema de la igualdad, ya han transcurrido varios años desde que se instauró El I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación, aprobado por Acuerdo de Consejo de Gobierno de 2 de noviembre de 2005 de la Junta de Andalucía y que caducó en febrero del año 2016. Este primer plan hacía hincapié en la necesidad de igualar los derechos entre hombres y mujeres, condenar la violencia de género, cambiar actitudes teórico-prácticas de nuestra educación tradicionalmente machista...
El II Plan Estratégico de Igualdad de Género en Educación apareció en el año 2016 y estará vigente hasta el 2021. Mantiene los principios enumerados antes, pero nos pide un cambio real: Condenar la violencia de género (usar mecanismos de denuncia), utilizar un lenguaje coeducativo, visibilizar la importancia de la mujer, su valía individual más allá del derecho normativo que habla de igualdad, facilitando su acceso a los cargos directivos o de relevancia, visibilizar a las profesionales competentes, facilitando y/o conciliando su vida laboral, personal y/o familiar. En definitiva, reconocer la importancia de la mujer trabajadora en todas las escalas sociales. Integrar en nuestras escuelas e institutos la diversidad social, las diferentes personas que eligen su género, afectivo y sexual, de manera que los colectivos L.G.T.B.I. ( Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales), encuentren su lugar y no sean marginadas en ningún aspecto de tu desarrollo personal. Por último, aceptar que la sociedad cambia, las familias son cada vez más diversas, las separaciones, divorcios de las parejas, la movilidad geográfica, las nuevas familias que surgen con el tiempo, sus elecciones personales de amor y desamor, marcan las peculiaridades afectivas de todos los integrantes de un grupo familiar.
Mi meta era y es, trabajar poco a poco los puntos enumerados antes, pero que este plan de igualdad fuese a la vez dinámico, entretenido y participativo, por ello preferentemente optamos por talleres donde el alumnado no fuese seres pasivos que celebran las onomásticas que marca la ley con las actividades de siempre, ”carteles, dibujos y charlas poco interesantes"; caminamos un poco más allá. En los talleres de este curso se han trabajado con el alumnado todas las efemérides que marca el Plan de Igualdad.
En este tiempo, como responsable de igualdad, veo cierta evolución en el pensamiento de los chicos/as cuando van subiendo de cursos; tienen claro qué es la violencia de género a nivel teórico, cómo es la escala de agresividad, que casi siempre comienza en el hogar, en su entorno, entre sus iguales; que existen números de ayuda como el 016, que es gratuito y que no aparece en la factura telefónica, pero sí hay que borrar manualmente de tu móvil del listado de llamadas.
Nuestros chicos/as están cada vez más enganchados/as al móvil, a las redes sociales y las nuevas tecnologías. El aspecto positivo es que pueden acceder a más lugares donde informarse o denunciar. Aunque aun no son plenamente conscientes de que la información que cuelgan en la red es siempre pública y por ello hay que preveer las consecuencias de las imágenes que se comparten, de los comentarios que se escriben en las distintas redes.
Nuestro alumnado es más consciente de sus deseos sexuales, de sus amistades y primeros noviazgos, tóxicos o sanos, primeros amores y experiencias que no serán las últimas, dada su edad. Aunque debemos mejorar mucho, muchísimo su lenguaje espontáneo, naturalmente ofensivo con todo aquel ser vivo que se salga de su convencional heterosexualidad; eliminar esos tópicos-típicos que mencionan a la familia en su vertiente más despectiva.
Podemos entre todos/as reflexionar, hacer nuestra la sílaba NO; es una palabra con pleno sentido... ¡NO!.¡DICHO POR UN CHICO/A, POR UN HOMBRE O MUJER!... ¡NO!, no puede invitar a la duda. ¡NO! es una respuesta innegociable. Cuando NO se quiere mantener sexo, o seguir con una relación afectiva, o de pareja, o de una noche, o no se desea hacer algo, hay que aceptar y respetar. No nos refugiemos en grupos de varias personas, porque entre todos esos cobardes que se apoyan entre sí, cada hecho intimidatorio que cometan es delictivo y tarde o temprano tendrá unas consecuencias legales.
El pueblo es sabio, vosotros/as sois las nuevas generaciones, demos pasos hacia una sociedad más civilizada, donde las leyes ideadas por la justicia humana no tengan dobles lecturas, donde sus conclusiones judiciales, con sus fallos y aciertos en su aplicación, sean revisadas y mejoren o cambien El caso de la manada, su escasa pena de cárcel tiene sus aspectos constructivos: ha movilizado a la gente para que se manifieste y solidarice con sus víctimas.
Tengo la esperanza puesta en vuestras acciones coeducativas, independientemente de vuestro sexo y género elegido, donde ya sois seres sociales capaces de distinguir lo que está bien de lo que está mal, en eso consiste la verdadera igualdad.
En mis inicios no sabía mucho sobre coeducación, había participado en dichas actividades en mis anteriores destinos, celebraciones muy puntuales en torno al 25 de noviembre y 8 de marzo. Pero mis conocimientos sobre igualdad eran los lógicos que toda persona conoce por cultura general. Me cuestioné: ¿qué era la igualdad?, ¿cómo abordarla?, ¿qué lenguaje oral y escrito era el más apropiado?, ¿qué hacer?, ¿dónde o cómo formarme?, ¿qué entidades podían ayudarnos con los costes del material o los talleres?...
Todas estas preguntas perseguían un objetivo claro, trabajar la coeducación desde un punto de vista practico y dinámico, no ceñirnos sólo al material de las tutorías, “cuatro vídeos y varias charlas en las que los alumnos estuviesen de cuerpo presente y mente ausente, porque no llegásemos conectar con sus intereses”.
Aunque los pasos son pequeños y casi invisibles en el tema de la igualdad, ya han transcurrido varios años desde que se instauró El I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación, aprobado por Acuerdo de Consejo de Gobierno de 2 de noviembre de 2005 de la Junta de Andalucía y que caducó en febrero del año 2016. Este primer plan hacía hincapié en la necesidad de igualar los derechos entre hombres y mujeres, condenar la violencia de género, cambiar actitudes teórico-prácticas de nuestra educación tradicionalmente machista...
El II Plan Estratégico de Igualdad de Género en Educación apareció en el año 2016 y estará vigente hasta el 2021. Mantiene los principios enumerados antes, pero nos pide un cambio real: Condenar la violencia de género (usar mecanismos de denuncia), utilizar un lenguaje coeducativo, visibilizar la importancia de la mujer, su valía individual más allá del derecho normativo que habla de igualdad, facilitando su acceso a los cargos directivos o de relevancia, visibilizar a las profesionales competentes, facilitando y/o conciliando su vida laboral, personal y/o familiar. En definitiva, reconocer la importancia de la mujer trabajadora en todas las escalas sociales. Integrar en nuestras escuelas e institutos la diversidad social, las diferentes personas que eligen su género, afectivo y sexual, de manera que los colectivos L.G.T.B.I. ( Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales), encuentren su lugar y no sean marginadas en ningún aspecto de tu desarrollo personal. Por último, aceptar que la sociedad cambia, las familias son cada vez más diversas, las separaciones, divorcios de las parejas, la movilidad geográfica, las nuevas familias que surgen con el tiempo, sus elecciones personales de amor y desamor, marcan las peculiaridades afectivas de todos los integrantes de un grupo familiar.
Mi meta era y es, trabajar poco a poco los puntos enumerados antes, pero que este plan de igualdad fuese a la vez dinámico, entretenido y participativo, por ello preferentemente optamos por talleres donde el alumnado no fuese seres pasivos que celebran las onomásticas que marca la ley con las actividades de siempre, ”carteles, dibujos y charlas poco interesantes"; caminamos un poco más allá. En los talleres de este curso se han trabajado con el alumnado todas las efemérides que marca el Plan de Igualdad.
En este tiempo, como responsable de igualdad, veo cierta evolución en el pensamiento de los chicos/as cuando van subiendo de cursos; tienen claro qué es la violencia de género a nivel teórico, cómo es la escala de agresividad, que casi siempre comienza en el hogar, en su entorno, entre sus iguales; que existen números de ayuda como el 016, que es gratuito y que no aparece en la factura telefónica, pero sí hay que borrar manualmente de tu móvil del listado de llamadas.
Nuestros chicos/as están cada vez más enganchados/as al móvil, a las redes sociales y las nuevas tecnologías. El aspecto positivo es que pueden acceder a más lugares donde informarse o denunciar. Aunque aun no son plenamente conscientes de que la información que cuelgan en la red es siempre pública y por ello hay que preveer las consecuencias de las imágenes que se comparten, de los comentarios que se escriben en las distintas redes.
Nuestro alumnado es más consciente de sus deseos sexuales, de sus amistades y primeros noviazgos, tóxicos o sanos, primeros amores y experiencias que no serán las últimas, dada su edad. Aunque debemos mejorar mucho, muchísimo su lenguaje espontáneo, naturalmente ofensivo con todo aquel ser vivo que se salga de su convencional heterosexualidad; eliminar esos tópicos-típicos que mencionan a la familia en su vertiente más despectiva.
Podemos entre todos/as reflexionar, hacer nuestra la sílaba NO; es una palabra con pleno sentido... ¡NO!.¡DICHO POR UN CHICO/A, POR UN HOMBRE O MUJER!... ¡NO!, no puede invitar a la duda. ¡NO! es una respuesta innegociable. Cuando NO se quiere mantener sexo, o seguir con una relación afectiva, o de pareja, o de una noche, o no se desea hacer algo, hay que aceptar y respetar. No nos refugiemos en grupos de varias personas, porque entre todos esos cobardes que se apoyan entre sí, cada hecho intimidatorio que cometan es delictivo y tarde o temprano tendrá unas consecuencias legales.
El pueblo es sabio, vosotros/as sois las nuevas generaciones, demos pasos hacia una sociedad más civilizada, donde las leyes ideadas por la justicia humana no tengan dobles lecturas, donde sus conclusiones judiciales, con sus fallos y aciertos en su aplicación, sean revisadas y mejoren o cambien El caso de la manada, su escasa pena de cárcel tiene sus aspectos constructivos: ha movilizado a la gente para que se manifieste y solidarice con sus víctimas.
Tengo la esperanza puesta en vuestras acciones coeducativas, independientemente de vuestro sexo y género elegido, donde ya sois seres sociales capaces de distinguir lo que está bien de lo que está mal, en eso consiste la verdadera igualdad.
1 comentarios:
Estupendo artículo
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