Las cooperativas escolares del CEIP Monte Albo, por Ángel García Bono y el equipo de Miniempresas del CEIP Montealbo de Montalbán de Córdoba.
Todo arranca, como las cosas importantes para los que nos regimos por cursos escolares, allá por septiembre del 2014 pasado cuando nos sumamos al proyecto conjunto de la Consejería de Innovación y Empleo y la de Educación: Miniempresas Educativas.
El programa, con el objetivo claro de fomentar el emprendimiento en las etapas educativas, se mostraba a nuestros ojos como una herramienta para poder trabajar los contenidos de nuestro curriculum de otra manera. Seguiríamos enseñando gramática, cálculo, educación para la ciudadanía, ciencias sociales, plástica... pero de una forma en la que el alumnado participase activamente, tomase decisiones con sus iguales, desarrollase su creatividad, dialogase, argumentase sus puntos de vista en público, resolviese conflictos, investigase y crease, teniendo todo ello un objetivo real, unos efectos visibles y palpables: una aplicación para la vida.
El reto no era pequeño. Nuestra querida y vieja Escuela tiene una estructura que fue definida a finales del siglo XIX, que sufrió algún cambio durante el siglo XX en la que fue formada la mayoría de la ciudadanía actual adulta, y que encara la segunda década del siglo XXI con metodologías, mayoritariamente, ancladas en el pasado las cuales no responden a los cambios producidos en la sociedad globalizada y en cómo se accede al conocimiento y se gestiona la información en el mundo actual. No en vano, ninguno de los que leemos este somos los mismos de hace veinticinco años.
Así que, convencidos de la función transformadora de la sociedad que tiene la Escuela, con una gran carga de ilusión y optimismo, con mucho mimo y trabajo dedicado, codo con codo con el alumnado de quinto curso de primaria; comenzamos a dar nuestros primeros pasos en esto del emprendimiento y la empresa. Así, empezamos a pensar qué tipo de empresas de las que existen queríamos darnos, pues no es lo mismo una Sociedad Limitada, donde los que más capital arriesgan toman las decisiones sin contar con el resto, que una cooperativa donde cada individuo tiene un voto y su voz es escuchada como la de los demás. Para tomar esta decisión un alumno elaboró una presentación en formato digital para explicar a sus compañer@s las características de cada una y al final, como estamos convecid@s de que la unión hace la fuerza y de que las diferencias en pensamiento nos enriquecen, se eligió la forma de cooperativa como la que mejor nos representaba. Estuvimos meses elaborando unos estatutos que nos ordenasen, un logotipo que nos representase, un nombre que nos hiciera visibles, un organigrama de cargos y funciones dentro de la cooperativa y a qué nos íbamos a dedicar; todos ellos elegidos en asamblea, de manera democrática y participativa.
El reto no era pequeño. Nuestra querida y vieja Escuela tiene una estructura que fue definida a finales del siglo XIX, que sufrió algún cambio durante el siglo XX en la que fue formada la mayoría de la ciudadanía actual adulta, y que encara la segunda década del siglo XXI con metodologías, mayoritariamente, ancladas en el pasado las cuales no responden a los cambios producidos en la sociedad globalizada y en cómo se accede al conocimiento y se gestiona la información en el mundo actual. No en vano, ninguno de los que leemos este somos los mismos de hace veinticinco años.
Así que, convencidos de la función transformadora de la sociedad que tiene la Escuela, con una gran carga de ilusión y optimismo, con mucho mimo y trabajo dedicado, codo con codo con el alumnado de quinto curso de primaria; comenzamos a dar nuestros primeros pasos en esto del emprendimiento y la empresa. Así, empezamos a pensar qué tipo de empresas de las que existen queríamos darnos, pues no es lo mismo una Sociedad Limitada, donde los que más capital arriesgan toman las decisiones sin contar con el resto, que una cooperativa donde cada individuo tiene un voto y su voz es escuchada como la de los demás. Para tomar esta decisión un alumno elaboró una presentación en formato digital para explicar a sus compañer@s las características de cada una y al final, como estamos convecid@s de que la unión hace la fuerza y de que las diferencias en pensamiento nos enriquecen, se eligió la forma de cooperativa como la que mejor nos representaba. Estuvimos meses elaborando unos estatutos que nos ordenasen, un logotipo que nos representase, un nombre que nos hiciera visibles, un organigrama de cargos y funciones dentro de la cooperativa y a qué nos íbamos a dedicar; todos ellos elegidos en asamblea, de manera democrática y participativa.
Como todos los noveles vimos que necesitábamos formación en diversas áreas para poder desarrollar nuestro proyecto en las mejores condiciones, necesitábamos saber cómo comunicar eficazmente nuestros pensamientos y argumentar nuestras decisiones, cómo ejercer el liderazgo, cómo elaborar un buen logotipo y cómo negociar y tomar decisiones.
A nuestro lado tuvimos en esos cuatro talleres formativos a las técnicos del CADE (Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial) de Montilla, que acudieron a nuestro centro algo preocupadas porque nunca habían trabajado con niñ@s de tan corta edad y que se fueron encantadas con la forma de ser y de trabajar de nuestr@s pequeñ@s emprendedores montalbeñ@s.
Fuimos investigando cómo elaborar nuestros productos, las mejores técnicas a emplear, buscando proveedores en internet y en el pueblo, y así, disfrutando de la experiencia diaria, del esfuerzo y el tesón, llegó el gran día: íbamos a la Feria del Emprendimiento en Córdoba, donde todas las miniempresas, desde Primaria hasta los Ciclos Formativos expondríamos nuestros productos y nuestros proyectos al gran público. Para nuestro alumnado fue una experiencia indescriptible, los que la vivimos allí pudimos ver cómo habían crecido de repente, cómo hablaban con el público venciendo la timidez infantil y cómo se mostraban seguros y orgullosos de sí mismos y de lo que habían conseguido.
Semanas más tarde hicimos partícipe a la comunidad educativa de nuestro pueblo de los proyectos y durante una mañana de mayo invitamos a vecinos, familiares, compañeros, patrocinadores y amigos a venir al cole a conocer el fruto de nuestro trabajo y empeño, poniendo en práctica todas las habilidades adquiridas durante esta andadura empresarial.
En este punto, queremos agradecer a las familias la entrega, el apoyo, la confianza y la inestimable colaboración en el proyecto: muchas gracias, habéis tenido mucho que ver en el éxito del alumnado. Y cómo no, reiterar la gratitud a todos los patrocinadores que han apoyado nuestra andadura empresarial y al CADE, por su excelente labor con nuestro alumnado.
Y acabando junio, como a todas las empresas y a la ciudadanía, nos tocó cumplir con la sociedad y pagar nuestros tributos para colaborar con el bien común. Pero como no somos unas empresas "de verdad" donamos el 15% del beneficio a una organización sin ánimo de lucro de nuestro pueblo, a modo de impuestos. Por acuerdo estatutario, la asociación AFADEMON fue la elegida, no en vano una de las premisas al constituir las cooperativas es la de crear riqueza en Montalbán.
A nuestro lado tuvimos en esos cuatro talleres formativos a las técnicos del CADE (Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial) de Montilla, que acudieron a nuestro centro algo preocupadas porque nunca habían trabajado con niñ@s de tan corta edad y que se fueron encantadas con la forma de ser y de trabajar de nuestr@s pequeñ@s emprendedores montalbeñ@s.
Fuimos investigando cómo elaborar nuestros productos, las mejores técnicas a emplear, buscando proveedores en internet y en el pueblo, y así, disfrutando de la experiencia diaria, del esfuerzo y el tesón, llegó el gran día: íbamos a la Feria del Emprendimiento en Córdoba, donde todas las miniempresas, desde Primaria hasta los Ciclos Formativos expondríamos nuestros productos y nuestros proyectos al gran público. Para nuestro alumnado fue una experiencia indescriptible, los que la vivimos allí pudimos ver cómo habían crecido de repente, cómo hablaban con el público venciendo la timidez infantil y cómo se mostraban seguros y orgullosos de sí mismos y de lo que habían conseguido.
Semanas más tarde hicimos partícipe a la comunidad educativa de nuestro pueblo de los proyectos y durante una mañana de mayo invitamos a vecinos, familiares, compañeros, patrocinadores y amigos a venir al cole a conocer el fruto de nuestro trabajo y empeño, poniendo en práctica todas las habilidades adquiridas durante esta andadura empresarial.
En este punto, queremos agradecer a las familias la entrega, el apoyo, la confianza y la inestimable colaboración en el proyecto: muchas gracias, habéis tenido mucho que ver en el éxito del alumnado. Y cómo no, reiterar la gratitud a todos los patrocinadores que han apoyado nuestra andadura empresarial y al CADE, por su excelente labor con nuestro alumnado.
Y acabando junio, como a todas las empresas y a la ciudadanía, nos tocó cumplir con la sociedad y pagar nuestros tributos para colaborar con el bien común. Pero como no somos unas empresas "de verdad" donamos el 15% del beneficio a una organización sin ánimo de lucro de nuestro pueblo, a modo de impuestos. Por acuerdo estatutario, la asociación AFADEMON fue la elegida, no en vano una de las premisas al constituir las cooperativas es la de crear riqueza en Montalbán.
Y ahora, con el balance del curso terminado y echando la vista atrás, rememorando todos los momentos vividos dentro del aula y fuera de ella, las caras de satisfacción del alumnado, su motivación y los aprendizajes conseguidos, hemos de decir que los resultados han sido muy satisfactorios; no en vano en este nuevo curso escolar 2015/16 se han subido al carro del emprendimiento más compañeras y compañeros junto a su alumnado, alcanzando el número de siete cooperativas productoras de los más diversos productos, desde cremas y ambientadores, hasta dispensadores de bolsa hechos con material reciclado, pasando por velas perfumadas o tiritas decoradas.
Ya para finalizar, destacar que como docentes tenemos la obligación de proporcionar a nuestro alumnado las mejores prácticas y experiencias educativas que seamos capaces de ofrecer, pues ellos son el futuro de nuestra sociedad democrática y merecen tener las mejores oportunidades para seguir avanzando y construyendo un porvenir mejor.
Ya para finalizar, destacar que como docentes tenemos la obligación de proporcionar a nuestro alumnado las mejores prácticas y experiencias educativas que seamos capaces de ofrecer, pues ellos son el futuro de nuestra sociedad democrática y merecen tener las mejores oportunidades para seguir avanzando y construyendo un porvenir mejor.
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