Un huerto para un instituto, por José Antonio de la Torre García, profesor de Pedagogía Terapéutica y responsable del Aula Específica del IES Inca Garcilaso de Montilla.
Una de las principales características de un Aula Específica en un IES es el valor de la inclusión de los alumnos que pertenecen a la misma y que participan de la vida del centro en cada una de las actividades en las que pueden integrarse.
Hablar de inclusión es hablar de visibilidad, y, desde este principio, la programación del aula incluye actuaciones en las que el alumnado debe hacerse presente, visible y con posibilidad de aportar a la vida del centro, dentro de sus posibilidades físicas, intelectuales y actitudinales.
En este sentido, una de las actuaciones que el Aula Específica del IES Inca Garcilaso de Montilla está desarrollando es el denominado Proyecto de Huerto Jardín Escolar, como espacio y entorno de aprendizaje para alumnado de necesidades educativas especiales.
El huerto jardín escolar, incluyendo en este término no sólo actividades propias relacionadas con trabajos agrícolas, sino también de jardinería, vivero de semillas, plantas aromáticas, etc., se considera que es un excelente recurso para convertir nuestro centro educativo en un lugar idóneo que posibilite a un alumnado de necesidades educativas especiales múltiples experiencias acerca de su entorno natural y rural, entender las relaciones y dependencias que tenemos con él, y poner en práctica actitudes y hábitos de cuidado y responsabilidad medioambiental.
Por ello, en el ámbito de la Atención a la Diversidad y, concretamente, referido a este alumnado, cobra un enorme interés e importancia el empleo de este recurso didáctico para el desarrollo íntegro de sus capacidades en un marco de aprendizaje donde las actividades se realizan al aire libre, de manera experiencial y eminentemente manipulativa, favoreciendo que el alumnado construya significativamente sus aprendizajes a través de experiencias cercanas y vividas, posibilitando una mayor transferencia del aprendizaje a situaciones de la vida diaria y cotidiana, aumentando su autoestima y valoración personal con el propio esfuerzo y los resultados obtenidos, desarrollando la socialización y el trabajo en equipo, siendo éste organizado y secuenciado, y posibilitando el desarrollo de la constancia, la disciplina, la motivación de logro, a saber esperar resultados a medio y largo plazo, a favorecer su sensibilización acerca de temas relacionados con la agricultura y la sostenibilidad, etc.
El desarrollo práctico del proyecto se ha llevado cabo con éxito gracias a que la propuesta inicial fue recibida favorablemente por la Dirección del centro, lo que posibilitó una delimitación del espacio físico más adecuado, así como la adquisición de los recursos materiales necesarios.
El trabajo de preparación del espacio destinado al huerto jardín ha contado con la ayuda de las familias del alumnado, y éste ha participado, desde un principio, en la preparación de los bancales, en la siembra y plantación de especies hortícolas propias de nuestro entorno (lechugas, ajos, cebollas, coles, habas, espinacas). Más adelante, llegada la primavera se han añadido otras especies como tomates, berenjenas y pimientos.
El momento de la recolección significa para el alumnado un momento especial en el que satisfacer las necesidades de éxito de cualquier tarea que se emprende, y en concreto, el mostrar la cosecha recogida al alumnado del centro, al profesorado y a sus familias ha llenado de satisfacción y orgullo a estos alumnos tras un periodo de trabajo y esfuerzo.
Con esta experiencia se ha conseguido dar contenido a la programación didáctica de un Aula Específica, así como hacer visible a un alumnado en la vida escolar con una actividad motivadora y llena de posibilidades educativas.
El huerto jardín escolar, incluyendo en este término no sólo actividades propias relacionadas con trabajos agrícolas, sino también de jardinería, vivero de semillas, plantas aromáticas, etc., se considera que es un excelente recurso para convertir nuestro centro educativo en un lugar idóneo que posibilite a un alumnado de necesidades educativas especiales múltiples experiencias acerca de su entorno natural y rural, entender las relaciones y dependencias que tenemos con él, y poner en práctica actitudes y hábitos de cuidado y responsabilidad medioambiental.
Por ello, en el ámbito de la Atención a la Diversidad y, concretamente, referido a este alumnado, cobra un enorme interés e importancia el empleo de este recurso didáctico para el desarrollo íntegro de sus capacidades en un marco de aprendizaje donde las actividades se realizan al aire libre, de manera experiencial y eminentemente manipulativa, favoreciendo que el alumnado construya significativamente sus aprendizajes a través de experiencias cercanas y vividas, posibilitando una mayor transferencia del aprendizaje a situaciones de la vida diaria y cotidiana, aumentando su autoestima y valoración personal con el propio esfuerzo y los resultados obtenidos, desarrollando la socialización y el trabajo en equipo, siendo éste organizado y secuenciado, y posibilitando el desarrollo de la constancia, la disciplina, la motivación de logro, a saber esperar resultados a medio y largo plazo, a favorecer su sensibilización acerca de temas relacionados con la agricultura y la sostenibilidad, etc.
El desarrollo práctico del proyecto se ha llevado cabo con éxito gracias a que la propuesta inicial fue recibida favorablemente por la Dirección del centro, lo que posibilitó una delimitación del espacio físico más adecuado, así como la adquisición de los recursos materiales necesarios.
El trabajo de preparación del espacio destinado al huerto jardín ha contado con la ayuda de las familias del alumnado, y éste ha participado, desde un principio, en la preparación de los bancales, en la siembra y plantación de especies hortícolas propias de nuestro entorno (lechugas, ajos, cebollas, coles, habas, espinacas). Más adelante, llegada la primavera se han añadido otras especies como tomates, berenjenas y pimientos.
El momento de la recolección significa para el alumnado un momento especial en el que satisfacer las necesidades de éxito de cualquier tarea que se emprende, y en concreto, el mostrar la cosecha recogida al alumnado del centro, al profesorado y a sus familias ha llenado de satisfacción y orgullo a estos alumnos tras un periodo de trabajo y esfuerzo.
Con esta experiencia se ha conseguido dar contenido a la programación didáctica de un Aula Específica, así como hacer visible a un alumnado en la vida escolar con una actividad motivadora y llena de posibilidades educativas.
2 comentarios:
Me encanta ver que se trabaja con ganas por hacer cotidiano lo que antes no lo era.
Excelente trabajo!!!!
¡Precioso, Jóse! Me alegra ver el camino andado y las posibilidades que se abren para estos alumnos. Gracias por tu trabajo y compromiso con el alumnado que presenta necesidades educativas especiales.
Un abrazo.
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