miércoles, 26 de abril de 2017

Matemáticas, ¿la asignatura preferida? Método ABN en el CP Rural Tiñosa, por Rafael Pérez Luque

Matemáticas, ¿la asignatura preferida? Método ABN en el CP Rural Tiñosa, por Rafael Pérez Luque, maestro en el CPR Tiñosa de Priego de Córdoba.

He querido comenzar este artículo con esa pregunta porque es extremadamente insólito que las matemáticas se conviertan en el área preferida por la mayoría del alumnado. El lector puede pensar que esto se puede dar en una clase o en un grupo de alumnos y alumnas con una gran capacidad cognitiva, pero no es lo usual. Lo extraordinario es que esta realidad se está extendiendo cada vez más en los centros educativos de educación infantil y primaria y en aulas con alumnos de todo tipo, tanto los más capacitados como los menos agudos. ¿A qué se debe este “milagro”?
La respuesta a esa pregunta está en la metodología Abierta Basada en Números (ABN). Este método de enseñanza de las matemáticas está cambiando por completo la forma de abordar los contenidos del área, haciendo su aprendizaje mucho más efectivo, natural, sencillo y, sobre todo, divertido. Este último aspecto es, si cabe, uno de los más importantes. Tener alumnos motivados, con ganas de aprender, disfrutando de los aprendizajes, tanto de los contenidos como del proceso, es un factor determinante.
La metodología ABN nació en Cádiz, en el CEIP Andalucía, allá por 2008. Su creador es Jaime Martínez Montero (maestro, inspector de educación y doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación). En la actualidad son varios miles de aulas las que se encuentran trabajando con este método y los resultados son muy positivos. Su aplicación no sólo se está llevando a cabo en Andalucía, sino en toda la geografía española, varios países de habla hispana en América y en algunos centros de Francia. La diferencia sustancial que aporta este método es la idea de trabajar con el número completo, íntegro, y no por cifras descontextualizadas como lo trata el método tradicional. Además los aprendizajes se apoyan en materiales manipulativos para interiorizar el concepto y darle sentido, lo cual facilita su comprensión. Ello hace que, de una vez por todas, la totalidad del alumnado pueda entender esta área, tan abstracta en ocasiones, y no memorizar técnicas o pasos para resolver actividades, problemas o ejercicios sin ningún sentido y que pronto se olvidarán.
Otro aspecto importante es el alto grado que adquiere el alumnado en la resolución de problemas. Esto parte de conectar las operaciones básicas con las situaciones problemáticas de la vida cotidiana, para tener un referente y poder darle sentido a dichas operaciones. Por otro lado, hay que destacar que el método permite adaptarse al ritmo de cada alumno y esto nos facilita individualizar el aprendizaje y no tener que llevar el mismo ritmo para todos, como establece el método tradicional a la hora de abordar las operaciones, ya que solo pueden resolverse en un solo paso.
En el centro educativo en el que actualmente imparto clase, el C.P. Rural Tiñosa, se introdujo por primera vez en 2011, en la aldea donde estoy destinado, Las Lagunillas. La idea inicial era llevarlo a la práctica en una aldea, como experiencia piloto, y posteriormente, generalizarlo al resto. En aquel momento apenas se contaban varios centros trabajando esta metodología. Probablemente fuéramos el segundo de la provincia, después del CEIP Alonso de Aguilar, en Aguilar de la Frontera. Además no se disponía aún de muchos vídeos, tutoriales, libros de texto, programaciones, materiales… Aun así, veíamos tan claro que era necesario dar un cambio a la enseñanza de las matemáticas, que decidimos optar por este método tan lógico, motivador y claramente favorable a la interiorización del aprendizaje por parte del alumnado. Esto nos llevó a una autoformación intensa para conocer exhaustivamente los entresijos de este método y poder aplicarlo con el alumnado. Además acudimos a los escasos cursos de formación que en aquel entonces se ofertaban y aprender de los que ya habían comenzado a aplicarla. Mantuvimos contactos con otros centros educativos y lo más importante, fuimos “tutorizados” por el propio autor ante las numerosas dudas que nos iban surgiendo en el camino.
Después de varios cursos impartiendo el método en una aldea y a razón de los resultados que se estaban obteniendo, se decidió implantarlo en todo el centro, incluyendo sus diez aldeas. Para ello ya habíamos impartido varios cursos de formación al profesorado para que conociera cada vez más la metodología y pudiera llevarla a la práctica con el alumnado. No conformándonos con eso, se planteó un Proyecto Matemático de Centro, incluido en el Proyecto Educativo, en el cual se detallaban los pormenores de la implantación del método: la justificación; los objetivos que nos planteamos; la progresión en la implementación; las actuaciones con el profesorado, con al alumnado y con las familias; los recursos disponibles; los indicadores de valoración; el seguimiento y la evaluación y, por último, las necesidades formativas del profesorado.
En la actualidad todo el alumnado de infantil, primero y segundo de nuestro centro están trabajando matemáticas ABN y en algunas aldeas, la totalidad de cursos de primaria. Es de destacar que el método hace que se puedan trabajar contenidos mucho antes que lo que propone el método tradicional. De hecho, contenidos como las ecuaciones de primer grado, el trabajo con distintas bases a la decimal, descomposiciones polinómicas, regla de tres directa e inversa, etc., se trabajan en primaria en los cursos superiores.
Para finalizar os dejamos un par de muestras del trabajo del alumnado.
El primer vídeo muestra a varios alumnos y alumnas de 5º y 6º de la aldea de Las Lagunillas realizando cálculo de porcentajes aproximados mentalmente, con un margen de error de alguna centésima. El objetivo de la actividad es que sepan estimar porcentajes con un mínimo error, ya que es lo que nos podemos encontrar en las situaciones de la vida cotidiana. Sirva como ejemplo calcular, aproximadamente, el precio de un producto con un 15, 7, 12, 21 por ciento de descuento. Para ello no necesitamos lápiz y papel o calculadora, sino que debemos hacer al alumnado competente para poder resolver, en un momento dado, esa situación mentalmente y, de esa forma, saber qué oferta es la más favorable. Esto no quita que el alumnado sepa calcular de una forma exacta, sin error, dicho porcentaje.

El segundo vídeo muestra a una alumna trabajando con ecuaciones de primer grado en 6º de primaria. Para resolverla nos basamos en la rejilla ABN que los alumnos emplean en otras operaciones y que generalizan a nuevos aprendizajes.
Como en el resto de operaciones el alumnado debe proponer una situación problemática que encaje con la expresión matemática que hemos planteado. A continuación comienza a resolver la igualdad, pero dándole sentido a lo que hace, no mecanizando pasos para llegar a su solución. Sirva como ejemplo el primer paso en el que la alumna multiplica la igualdad por 5, puesto que no quiere conocer 1/5 del valor de la chaqueta, sino el valor completo. En los siguientes pasos intenta dejar a un lado de la igualdad los euros sueltos y al otro las chaquetas. Por último divide la igualdad entre 24 para saber el precio de una chaqueta y no de 24.
Creemos que esta forma de iniciarnos en las ecuaciones facilita mucho su comprensión y sobre todo huye de aprendizajes dogmáticos, como puede ser: lo que está sumando pasa al otro miembro restando, o lo que está multiplicando pasa el otro miembro dividiendo, las x por un lado y los números a otro, etc.

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