miércoles, 17 de diciembre de 2014

Bilingüízate con Joaquín Sánchez

Bilingüízate es una sección en la que nos acercamos, a través de un cuestionario, a profesores, profesoras, padres y madres de alumnos de centros educativos bilingües o que se plantean serlo para que nos cuenten sus experiencias y opiniones sobre este Plan de Plurilingüismo.
En esta ocasión, nuestro protagonista es Joaquín Sánchez Ruiz, Profesor de Francés y Coordinador de Bilingüismo del IES Ulia Fidentia de Montemayor, centro bilingüe francés.


1. ¿Desde cuándo es bilingüe el IES Ulia Fidentia? ¿Qué gestiones se se han realizado para ello?
Somos un centro bilingüe francés desde el curso 2007-2008.

2. ¿Qué nivel de idioma tienes? ¿Te estás formando en alguna academia o Escuela Oficial de Idiomas?
En tanto que licenciado en Filología Francesa tengo el máximo nivel lingüístico. No obstante, cuando terminé la carrera en 1988 aún no se había aprobado el Marco Común Europeo de Referencias para las Lenguas (MCERL) por parte del Consejo de Europa, que es el que estableció los actuales niveles de referencia A, B, C con sus subdivisiones. Podríamos decir que mi nivel de francés, dependiendo de la competencia en que se trate estaría entre el C1 y puntualmente en alguna competencia, en C2. También poseo el ciclo medio de inglés por la Escuela Oficial de Idiomas a través del programa That’s english, que obtuve en 1996. Ese título equivaldría hoy al B1.

3. ¿Estás de acuerdo con la existencia de centros bilingües, crees que sirven para algo, notas efectos sobre el alumnado? ¿Crees que todos los grupos deben ser bilingües o sólo algunos? ¿Hay asignaturas más proclives a ser bilingües? ¿Debería modificarse la implantación o el funcionamiento del Plan de Plurilingüismo, en qué manera y cuál debería ser la organización futura?
Actualmente hay un déficit obvio de dominio de las lenguas extranjeras, especialmente del inglés, por parte de la población activa. España es uno de los países con peores indicadores en ese campo. Tal vez para cierto tipo de profesiones poco cualificadas no sea necesario el uso de una lengua extranjera, pero no es aceptable que personas con Bachillerato o estudios universitarios superados no tengan unas competencias aceptables en las principales lenguas de uso internacional. Las autoridades educativas andaluzas han sido conscientes de esto desde hace años y se llegó a la conclusión que la mera existencia de unas asignaturas de idiomas en el sistema educativo no garantiza ese dominio. Entrar en el porqué de ello requiere un amplio espacio, pero podríamos citar en el caso de la enseñanza secundaria que el alumno percibe el inglés o el francés como una asignatura más que hay que aprobar y que una vez que suena el timbre no siente que la necesite en su vida diaria.
Los estudios más profundos sobre el aprendizaje de las lenguas demuestran que la mejor manera de aprenderlas es estando en una situación de contacto permanente o de inmersión. Esto lo comprobamos rápidamente cuando hacemos intercambios escolares con Francia y observamos que en una semana los alumnos avanzan más en su competencia oral que en todo un curso. ¿Pero cómo lograr una situación de inmersión en regiones monolingües como Andalucía donde hay una presencia muy escasa de las lenguas extranjeras? La Junta de Andalucía ideó para ello el Plan de Fomento del Plurilingüismo en el año 2005, que dio pie a la actual red de centros bilingües, partiendo para ello de la experiencia previa obtenida con los centros experimentales bilingües franceses que venían funcionando desde el año 1998. Estos centros nacieron fruto del convenio entre la Embajada de Francia y la Consejería de Educación y fueron la avanzadilla de los futuros centros bilingües, que en su mayoría se decantaron por el inglés como lengua vehicular, aunque hay un porcentaje estimable de centros franceses e incluso de alemán. La idea del bilingüismo es aumentar las horas de exposición a la lengua extranjera mediante la impartición de asignaturas no lingüísticas (ANL) en esa lengua, todo ello de un modo paulatino y progresivo. No es una situación idónea, pero es mucho más efectiva que el modelo anterior. En nuestro caso, el avance de los alumnos en lengua francesa ha sido evidente, ya que la mayoría obtienen al final de 4º de ESO el nivel B1 en los exámenes DELF (Diplôme d’Études en Langue Française). Un alumno en un centro no bilingüe no tiene capacidad por sus solos medios de obtener ese nivel si no está en una academia o en la Escuela Oficial de Idiomas. Tengamos en cuenta que los alumnos están en contacto con el francés entre la propia asignatura y las ANL una media de 10 a 12 clases semanales; además, hay un auxiliar de conversación nativo que entra en esas clases una media de 3 a 4 horas a la semana en cada curso.
En la primera fase del Plan de Fomento del Plurilingüismo se estableció que sólo algunas líneas del centro serían bilingües, ya que no había suficiente profesorado de ANL con el nivel exigido de idioma (B2). Desde el año 2011, los nuevos centros bilingües deben ofertar en bilingüe todas sus líneas, ya que el bilingüismo no debe verse en ningún caso como algo elitista o reservado a alumnos brillantes. Si nuestros padres y abuelos tuvieron que emigrar a Francia, Suiza o Alemania y aprendieron el idioma allí sin ir a academias, ¿cómo no van a ser capaces sus nietos de hacer lo mismo?
Las asignaturas más proclives al bilingüismo son sobre todo las Ciencias Sociales (Geografía e Historia) y Ciencias Naturales. Son materias con una gran carga lingüística y sobre todo en el caso de la primera, permite además introducir en el currículo contenidos propios de la lengua que se estudia, en nuestro caso, geografía e historia de Francia.
Respecto al futuro, hay que decir que este es un camino que no ha hecho más que empezar y que está en continuo proceso de evaluación. El modelo que se tomó fue el de Canadá donde se tomaron en serio que todas las provincias dominaran las lenguas inglesa y francesa, como forma de integrar a Quebec, la única provincia francófona del país (http://www.unavarra.es/tel2l/es/canada.htm) . Han tenido que pasar décadas para que los canadienses puedan empezar a valorar los resultados del sistema puesto en marcha. Nosotros podremos empezar a valorar los resultados sólo cuando pasen algunos años más, pero el camino iniciado es el correcto, a pesar de sus imperfecciones y de las dificultades propias de un inicio.

4. ¿Crees que la formación del profesorado es correcta, cómo puede mejorarse, deberían traerse docentes extranjeros, la preparación de las clases es la adecuada, qué le añadirías?
La clave está en la formación lingüística del profesorado de ANL y sobre todo en su motivación. Para un profesor de historia o de biología que no está familiarizado con el uso de una lengua extranjera supone un esfuerzo enorme aprenderla en primer lugar hasta obtener un nivel exigente como el B2 y luego planificar su práctica docente para usarla en el aula. Aumentar el número de horas lectivas del profesorado o no permitir que se hagan desdobles en las clases de idiomas no es la mejor manera de buscar el éxito del bilingüismo. Es necesario también que los profesores tanto de idiomas como de áreas no lingüísticas hagamos nuestras las nuevas metodologías didácticas como el AICLE (aprendizaje integrado de contenidos en lengua extranjera) o el uso de los descriptores del MCERL y del Portfolio Europeo de las Lenguas (PEL) en el aula de idiomas.  
Traer profesores extranjeros puede ser positivo, pero hay que tener en cuenta que el bilingüismo no es solo hablar una lengua, sino integrarla en un sistema educativo. En caso de que vinieran profesores extranjeros tendrían que tener una formación sobre las características de nuestro sistema educativo y ofrecer unas mínimas garantías de permanencia. Al mismo tiempo, su presencia no debería ir en detrimento de los derechos laborales del profesorado español.

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